¿Por qué se ha producido esta crisis? Para Kliksberg hay factores que resultan decisivos: ausencia total de ética por parte del Estado; otra actitud similar e irresponsable de los líderes empresariales y el otro factor es el fundamentalismo de mercado.
“Gerentes de importantes bancos internacionales se aumentaban a cuenta sus ingresos personales: Un líder de estas corporaciones llegó a imponerse un salario que se aproximaba a los 23.000 dólares por minuto, siempre creyendo que habría respaldo suficiente a futuro para enfrentar tamaña erogación mensual”, indicó.
El expositor observó que el Estado desligado de todo en un perfecto “laissez faire” (dejar hacer) fue también promotor de esa situación, ligado a un fundamentalismo de mercado nunca visto: “Las variables se acomodarán acorde al libre accionar de los mercados”, según las palabras de los principales economistas y gurúes defensores de un sistema que ya había mostrado sus falencias sobre los finales de la era Bush.
 
Economía con rostro humano
Kliksberg agregó que la crisis ha hecho su impacto en América Latina: “Quien haya dicho lo contrario, ha tenido otras intenciones o desconoce la realidad”, señaló.
Se estima que para este año, la caída de la actividad productiva de América Latina será de 1,9%: hay ocho millones más de carecientes a partir de esta situación que se ubican por debajo de la línea de pobreza.
“América Latina es una región desigual”, aseveró Kliksberg: pocos tienen demasiado y muchos carecen de los principales recursos para la subsistencia. Y otro dato estadístico: la región puede producir tres veces su población y sin embargo hay 9 millones de chicos con hambre. Inconcebible”.
Con este repaso de la economía que atraviesa esta crisis internacional, el economista indicó que “a esta situación se debe responder mirando hacia la economía social, humanizada… hay que mirar hacia el cooperativismo, sus principios y su irrevocable función social”.
“La gente necesita de una economía social y las sociedades que conocen lo que es una cooperativa, saben que pueden aportar mucho a estas circunstancias. ¡Cuánto mejor sería para todos una economía que apele a las mejores tradiciones espirituales del género humano. Las cooperativas son el capital social en acción”, reforzó.
En tal sentido, Kliksberg hace una exhortación final de “humanizar la economía” en el mundo; que la alternativa la están dando las cooperativas de servicio a partir de la responsabilidad social que las cabe.