Un breve repaso por la historia nos traslada a comienzos del siglo XX, cuando el país atravesaba un próspero momento económico que se extendió desde 1860 hasta 1929. Dentro de ese marco de desarrollo, el servicio eléctrico jugó un rol fundamental para el crecimiento de las ciudades, comenzando por la pujante Buenos Aires.
En Trenque Lauquen, la primera empresa en prestar el servicio eléctrico fue la Compañía Anglo Argentina de Electricidad el 6 de julio de 1913, que luego pasó a ser la Compañía del Sur Argentino (SUDAM).
En 1930 se iniciaron las gestiones del Municipio –apoyado por los vecinos- pensando en concesionar el servicio a una compañía local una vez finalizada la concesión a SUDAM en 1933.
El trust extranjero que prestaba el servicio eléctrico estaba siendo muy cuestionado. Finalmente, el 31 de mayo de 1932 el Concejo Deliberante otorgó la concesión del servicio a la Compañía de Electricidad de Trenque Lauquen “Usina del Pueblo”, cuyo presidente fue el Dr. Pedro García Salinas.
La Usina del Pueblo comenzó a brindar servicio en junio de 1933, previo acto oficial que dio nacimiento a la empresa de electricidad local.
El trust extranjero disponía de instalaciones de generación de corriente continua, pasándose con la Usina del Pueblo, a corriente alterna como la tecnología más apropiada para un mejor servicio.
La Usina montó la planta de generación en corriente alternada en 6000 voltios y la red de distribución con dos puntos de abastecimientos principales: la sede misma de la Compañía de Electricidad y otra desde la Plaza San Martín (en aquel tiempo Villegas), que alimentaba desde el centro a la periferia de la ciudad en los primeros años de la década del 30.
Debajo del Monumento al General San Martín se construyó una, entonces, moderna estación transformadora de rebaje subterránea.
La Usina continuó su funcionamiento hasta el nacimiento de la Cooperativa de Electricidad, surgida de la voluntad de los vecinos un 30 de noviembre de 1958.
Cabe consignar que en 1968 se proyectó el cambio de tensión a la subestación de la plaza y se renovaron las instalaciones con transformadores de mayor capacidad.
En 1989 se instalaron dos transformadores de 400 kVA y entre los años 2000-2001, se llevó a cabo la modificación más importante de la subestación con tecnología de última generación. Esta fue la última reestructuración de la SET.
88 años después, estas instalaciones han llegado al final de su funcionamiento, tras haber cumplido un rol clave y fundamental en el abastecimiento eléctrico de la ciudad. Son ahora reemplazadas por nuevas tecnologías que nos permiten estar a la altura de renovadas exigencias que impone el progreso.