“Las cooperativas hacen honor a las mejores tradiciones espirituales del género humano. Son el rostro humanizado de la economía”. Con esta frase, el Dr. Bernardo Kliksberg definió el rol que les compete a instituciones como la nuestra en el contexto internacional como contrapeso de la vorágine y la frialdad de los mercados que ahora sufren de lleno el impacto de la crisis económica mundial.
El Dr. Kliksberg habló ante una nutrida audiencia conformada, principalmente, por dirigentes cooperativos en la Primera Jornada sobre Responsabilidad Social Empresaria realizada en la ciudad de Nueve de Julio, organizada por la Cooperativa de Electricidad de esa ciudad, el FONRES, más el auspicio de la Universidad Tecnológicas Nacional y la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA. Nuestra entidad estuvo presente en dicho encuentro académico.
Kliksber es Doctor en Economía y considerado el pionero en la aplicación del concepto de “Responsabilidad Social Empresaria”; es autor del libro “Primera la gente” junto al Premio Nobel de Economía el Dr. Amarytia Kumar Sen; asesora a presidentes de distintos países, es asesor en la ONU, se desempeña como docente en los Estados Unidos y es un reconocido expositor en ámbitos académicos de todo el mundo, lo cual le ha valido el reconocimiento de las ciencias humanísticas.
El Dr. Kliksberg inició su disertación en el Salón Blanco de la Municipalidad de Nueve de Julio graficando los efectos que ha generado –y sigue provocando- la crisis financiera internacional. “Es la peor crisis de los últimos 80 años. La más grave desde el crack de 1929”, y señaló que “el país más afectado ha sido Estados Unidos con fuertes impactos también en algunas naciones europeas. “En los Estados Unidos se perdieron siete millones de empleos con las consecuencias sociales que ello genera para cualquier sociedad. Cayeron los tres principales bancos del mundo y quebraron empresas que se sumaron a la burbuja que terminó estallando”, dijo el economista.
Esta situación provocó una caída de la producción a cifras que provocan escalofríos. En este sentido, Kliksberg avanzó con cifras que producen mucho más escalofríos e impotencia: el riesgo alimentario en el mundo involucra a 50 millones de personas, cifra que se aumentó a partir del impacto de la crisis y quienes la padecen más son las poblaciones de los países con menores posibilidades de recursos. “Hoy contamos en el mundo a más de mil millones de personas con hambre en el mundo”, señala con las consecuencias inevitables de la proliferación de epidemias masivas que terminan diezmando a la población.